sexta-feira, 20 de setembro de 2024

        Sintesis ISSO MUDA TODO


Maricielo Esther saloma jano ,Walther Steeven Colque Ale, Ernesto Avellaneda,Diego

Ávalos,Lizandro Ávila,y Rode Sadrac


       La película "Eso lo cambia todo", basada en el libro de Naomi Klein, ofrece una reflexión profunda sobre las crisis climáticas y ambientales, destacando la necesidad de soluciones éticas que trasciendan las prácticas económicas. y problemas sociales actuales. La obra propone un cambio radical en los paradigmas que rigen la economía global, señalando que la raíz del problema climático está estrechamente ligada al modelo capitalista de explotación desenfrenada de los recursos naturales y la búsqueda incesante de ganancias a cualquier costo.

        Las soluciones éticas más destacadas son la transición urgente a las energías renovables. Klein sostiene que la dependencia global de los combustibles fósiles es insostenible y que cambiar a fuentes de energía limpias como la solar y la eólica no es sólo una opción tecnológica sino una responsabilidad moral para con el planeta y las generaciones futuras.

         Esta transición se considera un paso esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el calentamiento global. Otro punto crucial es la justicia climática, que propone una redistribución equitativa de los recursos y el apoyo a las comunidades más vulnerables al impacto del cambio climático.Este enfoque destaca la necesidad de que los países y grupos más afectados, a menudo los menos responsables de la contaminación global, reciban el apoyo que necesitan para adaptarse y resistir el cambio. La justicia climática también pasa por garantizar que estas comunidades tengan una voz activa en las decisiones que afectan a sus territorios y formas de vida.

            La película también sugiere reestructurar el modelo económico actual, promoviendo una economía local y sostenible que priorice el bienestar social y ambiental. Klein critica la lógica del crecimiento económico a cualquier precio y sostiene que la verdadera prosperidad debe medirse por la salud de los ecosistemas y la equidad social, y no sólo por el aumento del PIB. Además, el empoderamiento de las comunidades indígenas y locales se presenta como una solución ética fundamental.

            La película reconoce que estos grupos han sido los verdaderos guardianes de los recursosm naturales y que sus prácticas y conocimientos tradicionales son esenciales para conservar la biodiversidad y mitigar los efectos climáticos. Proteger sus derechos y territorios no es sólo una cuestión de justicia social, sino una estrategia necesaria para la sostenibilidad global. La movilización y la acción colectiva es otro aspecto vital de las soluciones éticas propuestas.

                 La película destaca el papel del activismo social en la creación de un cambio real, alentando a la sociedad civil a presionar a los gobiernos y las corporaciones para que adopten políticas más responsables y transparentes. Esta presión social se considera un medio indispensable para desafiar el status quo y promover un futuro más justo y sostenible. Finalmente, la transparencia y la responsabilidad corporativa se destacan como esenciales para enfrentar las crisis ambientales. Klein denuncia el "greenwashing" (prácticas engañosas de marketing verde) y defiende la necesidad de regulaciones más estrictas que responsabilicen a las empresas de sus impactos ambientales.

                 La exigencia de transparencia en las prácticas empresariales se presenta como una forma de garantizar que las acciones sean coherentes con los discursos de sostenibilidad, eliminando la hipocresía y fomentando prácticas verdaderamente ecológicas. En definitiva, la película "Eso lo cambia todo" sostiene que afrontar la crisis climática requiere soluciones éticas. que desafían las estructuras económicas y sociales actuales, proponiendo una reevaluación profunda de cómo la humanidad interactúa con el planeta. Estas soluciones incluyen la transición energética, la justicia social, el empoderamiento comunitario, la movilización social y la responsabilidad corporativa, todas ellas encaminadas a construir un futuro sostenible y equitativo. 

Analise sobre o filme  Hotel  Ruanda

       

     Lisandro A.A Maldonado


1. Porque segundo o documentário, a tese de conflito "étnico" não se sustenta?

De acordo com o retratado no filme Hotel Ruanda, a divisão entre hutus e tutsis não era uma rivalidade étnica ancestral, mas uma construção colonialista, durante a colonização belga, os tutsis foram favorecidos por serem considerados mais "europeizados" devido a características físicas, como altura e tom de pele. Essa classificação era baseada em critérios racistas e não em diferenças culturais ou étnicas substanciais. Após a independência de Ruanda, a classe política manipula essas divisões artificiais para ganhar poder, intensificando tensões e fomentando o ódio, mas essas identidades foram, em grande parte, fabricadas por influências externas, o que desafia a ideia de um conflito meramente "étnico".


2. Qual foi o papel das Organizações Internacionais (ONU, França etc.) na tragédia?

A atuação da ONU, durante o genocídio de Ruanda, foi amplamente criticada, a ONU tinha tropas de paz no país (UNAMIR), mas sua presença era limitada e suas ordens extremamente restritas, impedindo uma ação efetiva para evitar o genocídio. O comandante da missão, o Coronel Oliver, chegou a solicitar mais tropas e a permissão para intervir, mas suas demandas foram ignoradas, resultando na inação, a partir do análise geral, as potências mundiais e a ONU falharam em proteger os civis, optando por retirar seus cidadãos estrangeiros em vez de intervir para deter a violência.


3. Qual foi o papel (ou o uso) dos meios de comunicação (Rádio, imprensa escrita) no conflito?

Os meios de comunicação, especialmente o Rádio Télévision Libre des Mille Collines (RTLM), tiveram um papel devastador no genocídio. O RTLM foi amplamente utilizado para espalhar propaganda de ódio contra os tutsis, referindo-se a eles como "baratas" em convocando a população a exterminá-los, as mensagens incitavam a violência de forma direta, orientando as milícias hutus sobre onde os tutsis estavam escondidos e dando ordens claras para os ataques. A mídia impressa, por sua vez, também disseminou discursos de ódio e desinformação, contribuindo para a radicalização da população, assim, os meios de comunicação não foram apenas espectadores, mas atores ativos no genocídio, amplificando as tensões e mobilizando as massas para o massacre.


4. Qual a principal lição que você tira ao assistir o documentário (três linhas no máximo)

Considero que o gerente do Hotel confiou muito nas garantias dos representantes das potências ocidentais, pelo qual enfraqueceu sua própria segurança e do seu povo.

El cine en la frontera arde.


       No cabe duda que la triple frontera es un territorio abundante en recursos, en propuestas turísticas, en paisajes naturales, en sonidos y en idiomas diferentes, un territorio multicultural rodeado de ríos y atardeceres increíble que cautivan no solo a los turistas sino también a sus habitantes cuando el cielo arde cada día mientras se esconde. La triple frontera es una postal de diversidad y posibilidades. y el cine fronterizo también es una oferta más en el territorio.

       En el territorio existen diversas ofertas y espacios de exhibición que van desde sala de cine comercial en shoppings, como cineclubes en bares, aulas de universidad y livings de casa porque lo que importa es mirar cine, ir al encuentro con otros para hablar de cine. Las disidencia, mujeres y cinéfilos también encontraron un espacio que actualmente está caminando a su tercera edición y se llama Arder en la frontera.


Imagen 1: Identidad visual de la primera edición de Arder.


“Arder en la frontera” es una muestra de cine cuir latinoamercano, no competitivo, producido, programado y dirigido artísticamente por estudiantes de la carrera de cine y audiovisual de la Universidad Federal de la integración latinoamericana (UNILA) y hace parte del PET, conexiones de saberes y que entre 2022 y 2023 que se encuentra anclada en el territorio trinacional entre Argentina, Brasil y Paraguay. Es una muestra que nace en la universidad pero el foco y el interes está en las disidencias sexuales de la triple frontera como respuesta no solo a la falta de espacios de exhibición de obras cinematográficas de temática LGBTIQ+ sino también a la urgencia del encuentro, del diálogo y espacios de socialización para la producción de discursos de la disidencia sexo-generica del territorio transfronterizo.

La muestra entiende al cine como un dispositivo que tiene la potencia de la invención de la realidad y es por eso que está comprometida con películas que contribuyen a pensar el cuerpo, la memoria, la sexualidad y la identidad de cuerpos históricamente silenciado y/o reprimidos, intentando proponer fugas de las narrativas hegemónicas entorno no solo al relato sino también las formas estilísticas.


La primera edición de “Arder” fue entre noviembre y diciembre de 2022 y se realizó entre la ciudad de Puerto Iguazú (Argentina) con sede en la municipalidad de la localidad Argentina y Foz do Iguaçu (Brasil) teniendo como sede la Universidad de la Integración Latinoamericana. La programación comprendió 18 películas que incluyen largometrajes y cortometrajes. La programación fue organizada de manera artesanal y en donde cada día las obras dialogan entre sí entorno a una temática como trabajo sexual masculino, utopias trans travestis, pornografia lesbica, afectos entre otros topicos donde el debate se hacia presente despues de cada funcióncerrando la primera edición con el paso de 270 espectadores.

Imagen 2: logo de la segunda edición de Arder.

La segunda edición de Arder en la frontera no solo tuvo una ampliación en la programación con 36 películas que incluyen largometrajes y cortometrajes sino que fueron sumándose organismos públicos como el INCAA (Argentina) IaAvim (Argentina) la carrera de cine y audiovisual (UNILA) y el posgrado en estudios latinoamericano (UNILA) que contribuyeron económicamente para que la muestra pudiera expandirse de manera que se tradujo en nuevas actividades y propuestas como el diseño de un catálogo con relatos, reseñas, eventos,etc también la incorporación de una tercera sede que terminó en 14 funciones en total entre las ciudades de Puerto Iguazú y Foz do Iguacu, la presentación de la retrospectiva de la obra de Gustavo Vinagre, Una mesa de memoria entre la Casa Malhu, organización trans travesti de Foz do iguacu y Magalí Muñiz miembro del Archivo de la memoria trans (Argentina), espacios de formación y diálogos como Escritura cuir dictado por la artista travesti Lea Pompom y un taller de programación a cargo del colectivo RABIA. Arder en la frontera se constituyó como un espacio de fuga, de intercambio, formación constante y que en su programación haya posibilidad para la investigación y creación invitando a sus espectadores a crear, a narrarse y proyectarse. La muestra se concibe como promotora de debates y encuentros con las imágenes pero también con los otros que a través de más de 10 proyecciones itinerantes durante 2023 y 2024 buscaron continuar fortaleciendo el encuentro en territorio con otras experiencias y colectivos como por ejemplo, colectivo Jarara, Cineclub Cinelatino, Nuestra sala, Frente Trans Unilero, espacio INCAA Puerto Iguazú, Secretaria de Cultura de Ciudad del Este, Centro juvenil de Foz, entre otras propuestas . Esa inquietud de base hace a la muestra Arder romper con las lógicas relacional de un espectador pasivo, invisible e ir justamente por ese punto de fuga para “germinar dudas” y si son existenciales mejor, hacer de ese encuentro cinematográfico un acto político. La muestra es un archivo vivo que busca guardar las palabras, y susurros de aquellos que aman el cine y que tal vez en no existan tantos espacios para hablarlo.



segunda-feira, 8 de julho de 2024

Lorena Cabnal e Julieta Paredes: diálogos para um feminismo comunitário



Maria Eugênia Ramos Ferreira


O presente trabalho objetiva apresentar os textos “Acercamiento a la construcción de la propuesta de pensamiento epistémico de las mujeres indígenas feministas comunitarias de Abya Yala” de Lorena Cabnal e “Hilando Fino” de Julieta Paredes. Ambas escritoras indígenas da latinoamérica e precursoras do feminismo comunitário. A autora Lorena Cabnal escreve a partir de sua experiência enquanto mulher, nascida na Guatemala, ativista, pertencente ao povo indígena maya-xinca; e a escritora Julieta Paredes parte, em seus escritos, de seu lugar enquanto mulher, também indígena, mas do povo aimará, nascida na Bolívia e militante. 

É por intermédio desse lugar de fala que as autoras propõem repensar a sociedade patriarcal e opressora que vivemos. Cabnal (2010), nesse sentido, introduz sua reflexão relatando que as opressões históricas e estruturais a fizeram reconsiderar a história e a cotidianidade em que vive, aderindo, deste modo, a um feminismo comunitário. Para ela, “el feminismo comunitario es una recreación y creación de pensamiento político ideológico feminista y cosmogónico, que ha surgido para reinterpretar las realidades de la vida histórica y cotidiana de las mujeres indígenas, dentro del mundo indígena” (CABNAL, 2010, p. 11-12). Essa definição parte da proposta elaborada pelas feministas comunitárias do coletivo Mujeres Creando Comunidad, impulsionado por Julieta Paredes.

Paredes (2010) entende que as mulheres enquanto a metade de cada povo são tratadas como mais um problema dentre tantos outros problemas, assim os problemas que transpassam as mulheres são colocados como menos importantes, sempre há algo mais urgente a ser solucionado. A autora percebe o feminismo, dessa maneira, como “[...] la lucha y la propuesta política de vida de cualquier mujer en cualquier lugar del mundo, en cualquier etapa de la historia que se haya rebelado ante el patriarcado que la oprime” (2010, p. 76).

Desenvolvimento:

Com essas perspectivas em mente, as autoras desenham os caminhos para um feminismo comunitário. Julieta Paredes (2010) concebe a revolução a partir da Bolívia pelas mãos dos povos indígenas e, principalmente, das mulheres feministas comunitárias. Escrevendo desde a Bolívia, a escritora aponta que o feminismo ocidental responde às necessidades das mulheres da sociedade ocidental, “ellas desarrollaron luchas y construcciones teóricas que pretenden explicar su situación de subordinación” (2010, p. 75). 

Quando essas lutas e construções teóricas instauram-se no mundo de relações coloniais, imperialistas e transnacionais, essas teorias convertem-se em hegemônicas no âmbito internacional e invisibilizam, deste modo, as demais realidades e aportes. Paredes (2010) afirma que não pretende desmerecer a luta dessas feministas ocidentais em suas sociedades, mas posicionar o processo feminista e as mudanças por meio da Bolívia. 

O feminismo ocidental nasce na revolução francesa com a fundação da república, da democracia e do Estado moderno. Surge para contrariar essa sociedade liberal e burguesa que defende os direitos individuais dos homens burgueses, mas não das mulheres burguesas. Já que, quando as mulheres passaram a buscar os direitos instituídos pela revolução francesa (fraternidade, igualdade e liberdade; direito à propriedade privada e ao voto), foram guilhotinadas (2010, p. 77). 

Deste modo, a autora indica:

El feminismo occidental afirma a la individua mujer frente al individuo hombre. La revolución francesa afirma los derechos de los individuos hombres, la propriedad privada, la libertad, derecho al voto, la igualdad entre hombres, etc. Las mujeres no tenían estos derechos, por eso hay dos formas de afirmarse de las mujeres como individuas frente a los hombres (2010, p. 77-78). 


Compreende que, desde a luta de mulheres feministas comunitárias, não há revolução: 

[...] cuando nuestros cuerpos de mujeres sigan siendo colonia de los hombres, los gobiernos y los Estados. No hay revolución, cuando las decisiones sobre nuestros cuerpos, sean tomadas por los hombres, curas, jueces, maridos y padres. Las mujeres somos la mitad de cada pueblo, una mitad que cuida cría, protege y va a parir a la otra mitad que son los hombres (2010, p. 39). 


Na mesma linha, Cabnal (2010) concebe a pluralidade dos feminismos construídos no mundo inteiro visando dar continuidade a resistência, transgressão e epistemologia das mulheres nos espaços e temporalidades para a abolição do patriarcado originário ancestral e ocidental. O feminismo comunitário, na concepção da autora, fez com que passassem a olhar para dentro de si e das comunidades tradicionais de forma crítica, radical, rebelde e transgressora. Esse olhar é, portanto, fundamental para dar vida ao feminismo comunitário. 

Acerca disto, Paredes (2010) parte da compreensão de que a comunidade é o princípio inclusivo que cuida da vida. Para construí-lo é necessário desmistificar a noção chacha-warmi (homem-mulher) que nos impede de analisar a realidade de vida das mulheres no nosso país. No feminismo ocidental, essa luta significou que as mulheres posicionaram-se como indivíduos perante os homens. 

Nessas duas vertentes do feminismo, a mulher é igual ao homem ou a mulher é diferente do homem, ou seja, trabalha-se o conceito de igualdade ou de diferença. Essas concepções, no entanto, não funcionam dentro da percepção boliviana, uma vez que, “[...] nuestras formas de vida aquí en Bolivia con fuertes concepciones comunitarias” (2010, p. 79). Assim, para pensar dentro da realidade em que vive, a autora afirma: “No queremos pensarmos frente a los hombres, sino pensarnos mujeres y hombres en relación a la comunidad.” (2010, p. 79).

Como mulher indígena, Cabnal (2010) afirma que os pensamentos das mulheres indígenas foram alienados pelo pensamento do feminismo ocidental e, deste modo, as mulheres indígenas constituem-se como “mujeres con reflexiones y acciones aculturales.” (2010, p. 14). Usa a categoria “patriarcado” pelo seguinte entendimento:

[...] la categoría ‘patriarcado’ ha sido tomada como una categoría que permite analizar a lo interno de las relaciones intercomunitarias entre mujeres y hombres, no solo la situación actual basada en relaciones desiguales de poder, sino cómo todas las opresiones están interconectadas con la raíz del sistema de todas las opresiones: el patriarcado (2010, p. 14).

É por essa perspectiva que se constrói a epistemologia do feminismo comunitário, pois afirma-se que existe o patriarcado originário ancestral e este é um sistema milenar e estrutural de opressão contra as mulheres indígenas ou originárias (2010, p. 14). A base de opressão desse sistema é estabelecida desde uma filosofia que toma a hetero-realidade cosmogônica como uma norma para  vida das mulheres e dos homens e deles para sua relação com os cosmos. 

Sob essa concepção, Paredes (2010) introduz a noção dos indigenistas de que o feminismo é ocidental e que não há necessidade de introduzir esses pensamentos dentro da sociedade. Para eles, a prática da complementaridade chacha-warmi (homem-mulher) é suficiente e que só é necessário praticá-la, já que o machismo chegou com a colonização. 

O que ambas as autoras argumentam é a existência do patriarcado e do machismo dentro das comunidades indígenas. Paredes (2010) defende que o chacha-warmi não reconhece a real situação das mulheres indígenas, não incorpora a denúncia de gênero na comunidade e naturaliza a discriminação. Denomina como “machismo indigenista”, este defende: 

que es natural que las mujeres tengan esos roles en las comunidades, no quieren analizar y reconocer que esos roles y actividades de las mujeres, son consideradas menos, de menor valor, de menor importancia, lo cual significa mayor explotación de la fuerza de trabajo de las mujeres (2010, p. 80). 


Naturaliza-se, portanto, a discriminação, as desigualdades, a exploração e a opressão das mulheres: “es considerar natural que las mujeres cumplan esos roles y por consecuencia natural que estén subordinadas y los hombres privilegiados por ejempo con tener más tiempo, escula, mayor salario, mayor respeto a su palabra” (2010, p. 80). 

A autora revela que, o chacha-warmi possui essa ideia de complementaridade, porém é uma complementaridade hierárquica e vertical, deste modo, homens acima e privilegiados e mulheres abaixo e subordinadas. Deseja, portanto, uma complementaridade horizontal, sem hierarquias. 

A comunidade, na Bolívia, significa: “los hombres de la comunidad y no las mujeres.” (2010, p. 91). Deste modo, as decisões, as falas, as representações veem dos homens e as mulheres permanecem atrás dos homens ou abaixo deles ou subordinadas, como brindes dos homens. 

Na prática sociopolítica das comunidades, nacionalidades, povos, organizações e movimentos sociais, a representação e o poder continua vindo dos homens. É a expressão da patriarcalização e da colonização das comunidades que consideram alguns inferiores ou sem direitos e oportunidades de outros.

Cabnal (2010) emprega o termo patriarcado originário para abordar a configuração de papéis, usos e costumes, princípios e valores dentro das comunidades originárias. Para a autora, é uma questão que se fortaleceu com o tempo. As guerras entre os povos originários é um exemplo de como funciona o patriarcado originário, na disputa por diferentes territórios, os vencedores exerciam supremacia contra os vencidos. 

Essas guerras eram históricas e são narradas em livros antigos, glifos (signos entalhados ou pintados, como hieróglifos egípcios ou os glifos da escrita maia) e inscrições em pedra. As histórias escritas e/ou passadas pela oralidade sobre essas guerras abordaram os feitos de grandes senhores, governantes e guerreiros, dessa forma, a autora questiona:

si los hombres eran guerreros e iban y hacían la guerra contra sus vecinos territoriales, ¿dónde quedaban las mujeres, cuál era su rol?, esta división sexual de la guerra, también me lleva a pensar en cómo se configuraba la estratificación de castas de guerreros, de gobernantes, reinados, guías espirituales, sabios y pueblo. (2010, p. 15).

O patriarcado originário ancestral se reconstrói com a penetração do patriarcado ocidental. Nessa conjuntura, a autora aponta que se cria espaços próprios para o nascimento da perversidade, do racismo, do capitalismo, neoliberalismo, globalização e outros. Para Cabnal (2010), existiam condições prévias nas culturas originárias para o fortalecimento do patriarcado ocidental. 

Essa hetero-realidade cosmogônica originária é a norma que estabelece desde o essencialismo étnico que todas as relações da humanidade e desta com os cosmos está baseada em princípios e valores como a complementariedade e a dualidade heterossexual para a harmonização da vida. De acordo com a autora, isso constitui a mais sublime imposição ancestral da norma heterossexual obrigatória, na vida de mulheres e homens indígenas, e é legitimada por práticas espirituais que a chamam de sagrado (2010, p. 16). 

A autora aponta que nas cosmovisões originárias, os elementos cósmicos feminino e masculino organizam-se em que um depende, se relaciona e se complementa com o outro. Na base filosófica dessas cosmovisões, fortaleceu-se práticas de espiritualidade hegemônica com a qual se perpetua a opressão das mulheres na sua relação heterossexual com a natureza. Nesse sentido:

el patriarcado es el sistema de todas las opresiones, todas las explotaciones, todas las violencias, y discriminaciones que vive toda la humanidad (mujeres hombres y personas intersexuales) y la naturaleza, como un sistema históricamente construido sobre el cuerpo sexuado de las mujeres (2010, p. 16). 


Perante isto, Paredes (2010) compreende que a comunidade, composta de mulheres e homens, invisibiliza mulheres devido a hegemonia masculina. Como solução, Paredes (2010) reconhece a alteridade, ou seja, a existência real do Outro, para a redistribuição dos benefícios de trabalho e a produção em partes iguais, isto é, redistribuir os frutos do trabalho e das lutas. Devolver, deste modo, o que o patriarcado roubou. Conclui afirmando “[...] que las mujeres somos la mitad de cada comunidad, de cada pueblo, de cada nación, de cada país, de cada sociedad”  (2010, p. 94).

Para Cabnal (2010) esses acontecimentos levaram-a a perceber a importância de incentivar os pensamentos das mulheres indígenas de diversos povos originários. É preciso criar espaços e encontros de reflexão para construir coletividades transgressoras e propostas para uma nova vida, contra o patriarcado e as hegemonias que circundam as comunidades e o mundo. Essas ações, de acordo com a autora, competem não só as mulheres, mas a homens visando “[...] refuncionalizan, transforman o apuestan a las aboliciones.” (2010, p. 25). 


Referências bibliográficas

CABNAL, Lorena. Acercamiento a la construcción de la propuesta de pensamiento epistémico de las mujeres indígenas feministas comunitarias de Abya Yala. IN: ACSUR. Feminismos diversos: el feminismo comunitario. 2010, p. 7-33.

PAREDES, Julieta. Hilando Fino. Desde el feminismo comunitario. La Paz: Enero, 2010.

 

 A “CIDADE VERMELHA” E O NAVIO-PRISÃO RAUL SOARES: a influência da Ditadura Civil-Militar na cidade de Santos/SP


Maria Eugênia Ramos Ferreira


Introdução

Uma vez conhecida como a “cidade vermelha”, a cidade de Santos/SP foi duramente afetada pela Ditadura Civil-Militar instaurada em 1964. Estabeleceram-se uma série de medidas para controlar a região, entre elas: a chegada do navio-prisão Raul Soares, rebocado do Rio de Janeiro, em 24 de abril de 1964. O navio ficaria na cidade até novembro, quando é rebocado de volta ao Rio de Janeiro e desmontado (BURATTO, 2017); e, em 12 de setembro de 1969, o município passa a ser considerado área de Segurança Nacional em virtude do Decreto-Lei nº 865 (BRASIL, 1969) e, deste modo, passaram a ser realizadas eleições indiretas para o cargo de prefeito. 

Atracado no Porto de Santos, tomado por inúmeras avarias, o navio serviu de prisão e espaço de tortura para cerca de 500 presos políticos, muitos sindicalistas ou integrantes do movimento estudantil. Assim, iniciaremos o presente trabalho abordando a trajetória percorrida pelo movimento sindical em Santos até o golpe militar de 1964. 


Os caminhos do movimento sindical em Santos/SP

São diversas as razões para o controle ditatorial no município caiçara. De acordo com Rosa Maria Cardoso da Cunha (s/d, p. 3), “os trabalhadores e seu movimento sindical constituíram o alvo primordial do golpe de Estado de 1964, das ações antecedentes dos golpistas e da ditadura militar”. Destacaremos, neste sentido, a importância do movimento sindical na região.

Em virtude das transformações passadas por Santos devido ao porto, ao aumento das exportações de café e da movimentação de navios, o movimento operário destacou-se em nível nacional. O autor Rafael Pedroso Buratto (2017) indica que em 1897 ocorreu uma das primeiras greves no município que durou 15 dias. Os trabalhadores reivindicavam melhorias na área da segurança para exercerem suas atividades e o ajuste de seus salários, a greve foi interrompida com a chegada de tropas à Santos por meio de um navio cruzador à mando do Estado (BURATTO, 2017). 

Os carroceiros iniciam outra greve em 1904, esta é aderida por outras classes trabalhadoras e a cidade passa pelo risco de ficar sem abastecimento. Exigia-se aumento de salários e regulamentação das admissões e demissões dos empregados, novamente a greve é interrompida violentamente com a intervenção do Governo Federal que enviou outro navio cruzador para a cidade. Quatro anos depois instaura-se uma nova greve, mobilizada pelos operários da Companhia Docas, empresa privada que administrava as operações do porto santista. Os trabalhadores reivindicavam uma jornada de trabalho de 8 horas e o aumento salarial. Foram reprimidos violentamente com tropas do exército, o que gerou inúmeros conflitos. Para controlar a situação e finalizar a greve, a Associação Comercial de Santos promoveu negociações entre grevistas e a Companhia Docas. A greve foi encerrada com o governo comprometendo-se e responsabilizando-se pelo reajuste salarial dos operários (BURATTO, 2017).

Estes são alguns exemplos de greves ocorridas na região que tiveram, como resposta, a violência do Estado. A tensão na cidade e a instauração de greves gerais, paralisações e manifestações ocorreram até a década de 1920. Buratto (2017) identifica que: “Os sindicatos lutavam por redução na jornada de trabalho, regularização do trabalho de mulheres e crianças, aumento de salário e até contra a

inflação.” (p. 17). 

As lutas dos sindicatos unificou-se através do Fórum Sindical de Debates (FSD), fundado em 1953 por líderes sindicais de diversos setores. Nele, agregou-se 53 sindicatos da baixada santista. Tornou-se, nesse sentido, símbolo da “[...] unidade de pensamento e ação dos trabalhadores” (2017, p. 19). No final da década de 50, por exemplo, todos os setores do porto de Santos estavam mobilizados “[...] em manifestações de solidariedade às organizações de classe” (2017, p. 19). Apesar do FSD não ter sido reconhecido pelas autoridades estaduais e federais, a Câmara Municipal de Santos considerou-o como uma utilidade pública.

  Nos anos seguintes, entre 1960 a 1964, o Brasil viveu o auge da luta sindicalista (RODRIGUES, 1997 apud COELHO, 2019), o que foi sentido em Santos. O pesquisador Leôncio Martins Rodrigues (1997), citado pelo professor Helder Marques de Sousa Coelho, afirma:  

A cidade de Santos sempre ocupou um espaço relevante no movimento sindical do País em virtude da importância de seu porto no qual os comunistas tiveram um papel destacado em vários momentos. Nos primeiros anos da década dos sessenta, o papel de Santos e da Baixada Santista na política e no sindicalismo brasileiro viria a se ampliar ainda mais depois da implantação de novas atividades industriais de base, como a Refinaria Arthur Bernardes e a Cosipa, que fizeram do Sindipetro e dos Metalúrgicos de Santos, ao lado do Sindicato da Estiva, forças importantes no movimento sindical e mesmo na política do País (RODRIGUES, 1997 apud COELHO, 2019, p. 75).


Até o início da ditadura civil-militar, a cidade de Santos enfrentou inúmeras greves e paralisações: foram registradas seis paralisações em 1960; no ano seguinte, cinco paralisações no porto e uma greve geral na baixada santista; em 1962, três greves gerais na região e 18 movimentações para início de greves, ou seja, estados de greve; 23 greves realizadas no porto de Santos durante o ano de 1963. Essas greves tiveram diversos motivos, entre eles a questão trabalhista e o apoio ao movimento das demais categorias. Em setembro deste mesmo ano, por exemplo, o Fórum Sindical de Debates e a União dos Sindicatos da Orla da Marítima de Santos convocaram uma greve geral em solidariedade aos funcionários da Santa Casa de Misericórdia de Santos que se negou a atender as reivindicações destes (BURATTO, 2017, p. 19; COELHO, 2019, p. 76). 

Sobre esta última greve em específico, o governador de São Paulo, Adhemar Barros respondeu violentamente. A polícia militar prendeu cerca de 200 pessoas, o que ampliou o movimento. O Comando Geral dos Trabalhadores (CGT) respondeu ameaçando uma greve geral de amplitude nacional e o Ministro da Guerra, Jair Dantas Ribeiro, ameaçou ordenar a intervenção na cidade (COELHO, 2019, p. 76). O Secretário de Segurança Pública de São Paulo acusou José Gomes, prefeito de Santos, de inflar a greve, ameaçando prender José Gomes. O prefeito, por sua vez, publicou uma nota clamando pela resistência da população. 

O governo de João Goulart passou a trabalhar, por intermédio do Ministro do Trabalho, Amaury Silva, para encerrar a greve, liberar os presos e dar um fim às inúmeras ameaças. Quatro dias após o início da greve, o FDS declara nos jornais que a greve foi suspensa e que o movimento grevista saiu vitorioso. É importante apontar que essas greves apresentavam resultados, o setor portuário conquistou no ano de 1963 “[...] um conjunto de 17 benefícios, entre eles, férias em dobro, licença-prêmio e complementação aos aposentados para equiparação salarial com os portuários da ativa.” (COELHO, 2019, 76). 

No ano seguinte, em 31 de março de 1964, os militares desferiram um golpe de Estado. Neste dia, os sindicatos mais influentes da cidade foram invadidos, sendo eles: o Sindicato dos Empregados na Administração Portuária e o Sindicato dos Estivadores e dos Conferentes de Carga e Descarga. Buratto (2017) entende que a escolha de invadir primeiro estes dois sindicatos deu-se “[...] por serem potencialmente perigosos devido à quantidade de trabalhadores que poderiam ser

mobilizados em pouco tempo” (2017, p. 20). Em sequência, os sindicatos sofreram com a intervenção do Estado, sendo atribuídos interventores civis que estivessem ligados às suas categorias.

Cardoso (s/d) afirma que “[...] cerca de 70% dos sindicatos com cinco mil filiados ou mais” (p. 6) sofreram intervenção durante a Ditadura Civil-Militar. Entre os anos de 1964 a 1970 foram afetadas 536 entidades e cassados cerca de dez mil dirigentes sindicais (GASPARI, 2002 apud CARDOSO, s/d). Além do cerceamento aos sindicatos, o Estado brasileiro empenhou-se em empregar uma política terrorista à população brasileira. A seguir iremos observar um desses casos a partir do navio-prisão Raul Soares.


O navio-prisão Raul Soares: da estrutura às torturas

Chega, no dia 24 de abril de 1964, o navio-prisão Raul Soares aos mares santistas. Construído em 1900 por uma armadora alemã e batizado de Cap Verde, o navio transportava até 580 passageiros. Ao final da Primeira Guerra Mundial (1914-1918), o navio foi repassado aos britânicos, momento em que permaneceu inutilizado até 1922, quando foi recomprado pela armadora alemã Hamburg Süd (SOUZA, 2004, p. 24). Agora, sob o nome Madeira, o navio realizava viagens entre a Europa e a América do Sul. Deixa de transportar somente pessoas, inserindo-se no mercado de transporte de cargas. 

O Memorial da Resistência, em material produzido no ano de 2014 e denominado “Navio Raul Soares”, entende que devido aos avanços da construção naval, o navio Madeira tornou-se abaixo da qualidade esperada e, em 1925, foi comprado pela empresa Lloyd Brasileiro, uma estatal nacional de navegação. Assim, rebatizaram-o para “Raul Soares”. Sobre os usos do navio, Buratto (2017, p. 22) indica:

A embarcação foi utilizada na rota Norte e Nordeste do país para o Porto de Santos, transportando migrantes e cargas. Durante a Segunda Guerra Mundial, Raul Soares foi cedido para o transporte da Força Expedicionária Brasileira em viagens de ida e volta à Europa.


Foi desativado e permaneceu atracado no cais da Ilha de Mocanguê até 1964, quando os militares requisitaram-o em função da superlotação dos cárceres. Circunstância comum à Ditadura Civil-Militar uma vez que: “Espaços anódinos ao sistema prisional foram tomados “emprestados” para caber os que cometeram o crime de pensar diferente dos que chegavam para comandar o país.” (COMISSÃO, 2013, p. 2).

O navio foi pintado de preto, rebocado para Santos pelo rebocador “Tridente” da Marinha de Guerra e atracado na Ilha de Barnabé, no porto de Santos. Dividiu-se os porões em pequenas celas e os calabouços do navio eram utilizados para torturas. Ironicamente, as celas em que ocorriam as torturas receberam os nomes de boates localizadas em Santos. Buratto (2017) identifica três celas: “El Marroco” denominava a cela próxima a caldeira do navio, em que o calor era insustentável; ao passo que “Night and Day” referia-se a cela ao lado do frigorífico; e “Casablanca” onde as fezes dos presos eram jogadas (2017, p. 25). 

Entre os seus primeiros presos políticos estavam “[...] sindicalistas e operários que haviam se envolvido nas inúmeras greves que atravessaram as décadas de 1950 e 1960 no litoral paulista, e militares que não apoiaram o golpe.” (PROGRAMA, 2014, p. 3). Buratto (2017, p. 23) afirma que os primeiros presos políticos eram quarenta sargentos do Exército e da Aeronáutica, confinados, até então, na Base Aérea de Santos e no Forte dos Andradas, ambos em Guarujá/SP. 

Acerca desta questão, o relatório, encontrado nos arquivos do Comitê Brasileiro pela Anistia no acervo Armazém Memória, revela que o golpe de 1964 provocou uma repressão generalizada e indistinta de civis e militares. O documento reafirma o que foi levantado por Buratto (2017), entre os militares presos estavam sargentos e marinheiros que se aliaram às forças revolucionárias ou progressistas. Com relação aos civis foram perseguidos, principalmente, os integrantes do movimento camponês, dos sindicatos, associações, federações e ligas. A repressão, no entanto, não restringia-se somente a estes, deste modo, estudantes, funcionários públicos e ferroviários, por exemplo. O Comitê resume: 

todos os que, de uma forma ou de outra, haviam se organizado e participado, com maior ou menor intensidade, na luta pela transformação da sociedade brasileira, se viram de um instante para outro privados de suas entidades de classe, perseguidos em suas casas ou locais de trabalho; inúmeros foram presos e torturados (s/d, p. 73). 


A Comissão Nacional da Verdade (2014) identifica que o navio-prisão Raul Soares recebeu presos em massa. De acordo com o relatório da Comissão (2014, p. 309): 

As prisões em massa começaram a ocorrer antes mesmo do início do golpe militar, mas já dentro de sua lógica e fundamento, com o fim de inviabilizar a atuação dos sindicatos e as conquistas que poderiam advir da luta dos sindicalistas em favor dos trabalhadores brasileiros.


O navio estava em condições precárias e recebeu cerca de 500 presos. Este número é estimado pela jornalista e pesquisadora Lídia Maria de Melo, autora do livro “Raul Soares: um navio tatuado em nós”. É preciso, segundo a jornalista, computar as pessoas que passaram dois ou três dias no navio, atualmente contempla-se apenas os que permanecerem meses no navio-prisão (PROGRAMA, 2014, p. 3). 

Entre os presos estavam, por exemplo, o Dr. Thomas Maack, médico e antigo professor da Universidade de São Paulo - USP. Maack envolveu-se, desde sua juventude, com o movimento estudantil e sindicatos. Era auxiliar de ensino no Departamento de Fisiologia da FMUSP quando foi preso em 8 de junho de 1964. Levado por agentes do Departamento da Ordem Pública e Social (DOPS), o médico era acusado de subversão e de planejar a inserção do comunismo no Brasil. Passou três semanas no Quartel do Exército de Quitaúna, em Osasco/SP, até ser transferido para o Palácio da Polícia em Santos/SP. Passou quatro meses incomunicável no navio-prisão Raul Soares (COMISSÃO, 2014, p. 8). 

Maack, em depoimento à Comissão Nacional da Verdade, afirma: 

Meus pais não puderam me ver enquanto eu fiquei preso porque em Quitaúna e no Raul Soares eu estava incomunicável, e no Palácio da Polícia para onde fui levado quando a “prisão” do navio foi desativada, as condições eram tão ruins e deprimentes, que eu não queria que eles me vissem naquele lugar (2014, p. 8). 


Ademar dos Santos, líder sindical do Sindicato dos Serviços Portuários e diretor suplente da Federação Nacional dos Portuários, foi preso em 1964. Afirma-se que, dias antes do golpe, o sindicalista foi fotografado ao lado de Leonel Brizola, Miguel Arraes, Francisco Julião e outras lideranças em um encontro de metalúrgicos na cidade de Contagem, MG (COMISSÃO, 2014, p. 10). De início, enviaram-o para unidades militares até, por fim, ser encarcerado nos porões do navio Raul Soares. O relatório aponta que Ademar dos Santos permaneceu incomunicável por noventa e dois dias o que se enquadra em uma situação de isolamento prolongado “[...] que viola a integridade psíquica e moral da pessoa e os direitos de ter uma defesa efetiva e de questionar a legalidade da detenção.” (2014, p. 825). O sindicalista relatou à Comissão:

Depois de uma incomunicabilidade de 92 dias no camarote 29, os colegas Iradil e Aldo Ripasarti reivindicaram o fim de sua incomunicabilidade e a descida para o porão. Eu estava todo este tempo sem falar com nenhum deles e sem banho de sol ou arejamento, como chamavam (2014, p. 825). 


As condições no navio-prisão eram precárias, as celas eram invadidas pela água do mar, “[...] em algumas a água chegava até o joelho.” (2014, p. 825), constantemente o navio era infestado por insetos. Além disso, os presos enfrentam muito frio, pois não havia cobertas para todos e o chão era frio e úmido. Com relação a alimentação, o documento revela que, em diferentes depoimentos, descreveu-se a comida como “‘nojenta’, ‘ruim’, e feita em péssimas condições de higiene, e os presos tinham que utilizar colheres que não eram lavadas.” (2014, p. 825). Na questão de saúde, o médico Thomas Maack teve que ajudar no atendimento dos presos e tripulantes, muitos com doenças crônicas, uma vez que o médico encarregado pelo serviço no navio deixou de comparecer. Em função disto, Maack foi homenageado pela Câmara Municipal de Santos e pelos Sindicatos e Trabalhadores Unidos do Porto de Santos com o título “Cidadão Portuário” em 2012. 

Quando as visitas eram permitidas ocorriam de modo humilhante para as companheiras e familiares dos presos, desta forma, enfrentavam 

[...] revistas vexatórias nos navios, situação que infringe a integridade e a dignidade humana. Há relatos de que, no Raul Soares, as mulheres eram obrigadas a ir de vestidos, não podiam usar calças, para que, quando subissem a escada de corda do navio, fossem zombadas pelos militares (2014, p. 825). 


As mulheres deviam ficar nuas para as revistas que eram realizadas por outras mulheres. O uso de vestidos era obrigatório nas repartições públicas. Wilma Maransaldi, neta de Waldemar Neves Guerra (presidente do Sindicato da Administração dos Serviços Portuários), relembra que se indignava com essa situação durante as visitas ao seu pai no navio-prisão Raul Soares. Ademais, os militares proibiram constantemente que as famílias levassem alimentos para os presos. Maransaldi recorda (2014, p. 826): 

[...] tem uma imagem que não me sai da lembrança. A de Geni

 Guarnieri, que não conseguia subir a escadinha estreita, de corda. Chorava de medo enquanto os marinheiros riam dela. E também a da esposa do Osmar Alves Campos Golegan, que estava grávida e também tinha dificuldade para subir. Nenhum deles ajudava. 

As visitas aos presos “incomunicáveis” ocorriam com a presença de dois soldados. Benedita Ripassarti, viúva de Aldo Ripassarti, relatou à Comissão: “Íamos para a fila no porto às quintas-feiras e domingos pegar o passe para entrarmos nas lanchas que nos levavam até o navio. Eu preparava algumas merendas para ele.” (2014, p. 826).

No navio os presos políticos sofriam com torturas físicas e psicológicas nas celas improvisadas. Nelson Gatto relatou serem constantes as ameaças de serem jogados em alto-mar ou aprisionados nos calabouços do navio, outros relatos indicam que os militares ameaçavam afundar o navio em alto-mar com todos dentro. Entre as práticas de tortura física estava a transferência constante de presos entre celas próximas a caldeira e celas próximas ao frigorífico. Vários presos políticos enfrentaram essa forma de tortura, no relatório da Comissão Nacional da Verdade (2014) destacam-se os nomes de Nelson Gatto, Aldo Ripassarti e Tomochi Sumida. 

O estudante Tomochi Sumida, na época diretor da UNE, permaneceu trancado em um frigorífico: “De tempos em tempos era permitida a entrada de ar. Em seguida era levado para a cabine ao lado da caldeira. Franzino, Sumida parecia ficar a cada dia mais debilitado em razão dessas bruscas mudanças de temperatura.” (OLIVEIRA, 2013, p. 50 apud PROGRAMA, 2014, p. 5). 

Maack confirma, em depoimento, a série de torturas contra Sumida. De acordo com o médico, o aprisionamento em celas inundadas, como ocorreu com ele, ou em celas com variações extremas de temperatura eram as formas de castigo e punições mais comuns. Assim, os presos pediam-lhe que os ajudasse e Maack encarregava-se de informar para o comandante do navio que a tortura estava afetando a saúde dos presos. 

Afirma em seu relato: “O caso mais grave que vi foi o de Tomoshi Sumida, que era frequentemente encarcerado na “cela quente e fria” e realmente sua saúde estava sendo afetada” (COMISSÃO, 2014, p. 826). Deste modo, avisou o comandante do navio que era preciso cessar a tortura: “o comandante do navio tinha realmente um medo enorme que algum dos prisioneiros morresse no navio, um medo que se devia menos a compaixão por prisioneiros, do que o medo que os outros prisioneiros se revoltassem.” (2014, p. 826).

Percebemos, portanto, as mudanças de utilidade do navio Raul Soares: de um simples navio de passageiros alemão à navio-prisão que atuou, inclusive, como encarceramento na Revolta Tenentista do início da década de 1920 (RODRIGUES, 2014 apud PROGRAMA, 2014, p. 2). A ideia de transformar um navio em uma prisão devia-se, nesse sentido, ao cerceamento de direitos para os prisioneiros. Basicamente, a possibilidade de executar o que os militares desejassem.   


Considerações Finais

Sete meses após seu atracamento no porto de Santos, o navio-prisão Raul Soares foi desativado. Alguns presos foram libertados, enquanto outros foram encaminhados para as cadeias do Palácio da Polícia na cidade. As torturas físicas e psicológicas com presos e familiares revela uma situação de constante violação dos direitos humanos. 

Entendemos que o papel fundamental na luta sindical, a localização estratégica e a existência do maior complexo portuário da América Latina na cidade tornaram Santos área de interesse nacional e motivo de grande preocupação para as autoridades golpistas. Os sindicatos existentes possuíam forte capacidade de mobilização rápida, o que representava um risco para os militares. Além disso, o Fórum Sindical de Debates (FSD) possuía amplo alcance nacional, podendo “[...] movimentar grandes massas de operários contra o governo, e proporcionar greves gerais, paralisando cidades.” (2017, p. 32). 

Mostrou-se necessário, portanto, invadir e desmantelar sindicatos e organizações civis. Os que não foram fechados, receberam interventores sindicais indicados pelo Estado, estes deviam “[...] articular e aprovar propostas do governo e

evitar as greves.” (2017, p. 32). Somadas as ações contra os sindicatos, era preciso impossibilitar a organização política dos santistas. Assim, a cidade sofreu com a intervenção federal que durou quinze anos e despolitizou a sociedade. 

Como tentativa de sufocar qualquer possível organização de resistência à Ditadura Civil-Militar, compreendemos que o governo militar utilizou o navio-prisão Raul Soares como forma de aterrorizar a “cidade vermelha”, os militantes políticos e todo o estado de São Paulo. 


Referências Bibliográficas

BRASIL. Decreto-Lei n. 865, de 12 de setembro de 1969. Declara de interesse da Segurança Nacional, nos termos do art. 16, § 1º, alínea b, da Constituição, o Município que especifica, e dá outras providências. Brasília, DF: Diário Oficial da União, 1969. Disponível em: <https://www.planalto.gov.br/ccivil_03/decreto-lei/1965-1988/del0865.htm>. Acesso em 22 out. 2023. 

BURATTO, Rafael Pedroso de Campos. Raul Soares: Um Navio que veio à Santos silenciar. Monografia (Especialização em História, Sociedade e Cultura) - Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, São Paulo, 2017.

COELHO, Helder Marques de Sousa. Jornal Sem Patrão: O Preto no Branco no enfrentamento da ditadura militar. Dissertação (mestrado em Comunicação Social) - - Diretoria de Pós-Graduação e Pesquisa da Universidade Metodista de São Paulo, São Bernardo do Campo, 2019.

COMISSÃO NACIONAL DA VERDADE (Brasil). Brasília, 15 maio 2015. Disponível em: <https://www.docvirt.com/docreader.net/ComissaoVerdade/30431>. Acesso em 20 out. 2023.

COMISSÃO NACIONAL DA VERDADE (Brasil). Navios-prisões [relatório]. Contextualização, fundamentos e razões do Golpe Civil-Militar de 1964. 2014.

COMITÊ Brasileiro pela Anistia. Relatório. Disponível em: <https://www.docvirt.com/docreader.net/DocBNM/63513>. Acesso em 15 out. 2023.

CUNHA, Rosa Maria Cardoso da. A luta dos trabalhadores por verdade, justiça e reparação [relatório]. Grupo de Trabalho: Ditadura e Repressão aos Trabalhadores, às Trabalhadoras e ao Movimento Sindical, s/d.

PROGRAMA Lugares da Memória. Navio Raul Soares. Memorial da Resistência de São Paulo, São Paulo, 2014.

SOUZA, Manoel Fernando F. de. Raul Soares: 40 anos de uma amarga lembrança. Revista Santos Modal: Santos, junho de 2004, p. 24.


        Sintesis ISSO MUDA TODO Maricielo Esther saloma jano ,Walther Steeven Colque Ale, Ernesto Avellaneda,Diego Ávalos,Lizandro Ávila,y R...